12/3/10

¿Dónde están?, ¿qué piensan?

El proceso "veguerial" ha permitido desvelar la actitud de unos y otros. Ha demostrado con suma claridad que, efectivamente, todos los políticos no son iguales. La política democrática es un continuo diálogo y una continua contraposición entre proyectos e ideas. Nada más sano. Sin embargo, el "juego" político requiere de cierta honestidad que permita aportar confianza y madurez. La sociedad es muy exigente y los políticos tienen que serlo en la misma medida.

El síndic Francés Boya está dando muestras suficientes de estar a la altura de lo que merece Aran en el nuevo mapa territorial. Se ha plantado cuando ha sido necesario y no ha tenido remilgos en exigir ese trato que Cataluña reclama muchas veces a las instancias estatales. Y todo ello lo ha hecho con luces y taquígrafos, en las negociaciones, en los foros mediáticos cuando se le ha requerido, diciendo lo mismo en Aran o en Barcelona, por si a alguno todavía no le ha quedado claro.

Por supuesto que le ha quedado claro. Ése es el problema: la actitud inquebrantable del síndic ha tambaleado los cimientos sobre los que se construyó el proyecto convergente, que creía tener la exclusividad de la defensa de los derechos del pueblo aranés. El rey destronado está desnudo y todavía no se dio cuenta.

Sólo hay que ver cómo la corte de la CiU aranesa afila cuchillos en el palco del Parlament, esperando el voto del síndic en el pleno para dar trámite a la ley de veguerías. Pero, el chasco ha sido monumental, porque el síndic se ha abstenido, votando diferente de sus compañeros de grupo. De hecho, antes de los cuchillos, ya se lanzaron ataques preventivos. Y se siguen lanzando por quien parece que ha tomado el relevo del anterior jefe de comunicación con el exsíndic Barrera.

Hablo, por supuesto, del secretario general de CDA y regidor en el Ayuntamiento de Vielha, que no duda en hacer uso de la correspondencia privada y de las redes sociales para hacer política de la única manera que saben: creando confusión y, especialmente, ensañándose contra la persona del síndic, que a veces ni merece tal consideración.

Y crean confusión porque, en verdad, están muy confundidos. Sólo hay que ver el vídeo tan elocuente que ha publicado Álex Sirat sobre la intervención de la diputada del PP en el debate sobre las enmiendas a la totalidad a la ley de veguerías. No se entera de nada la ilustre señora.

Por cierto, ¿dónde estaba Artur Mas cuando se votó el inicio del trámite? Si tan trascendental es para el futuro de Aran, si tanto daño puede hacer el maléfico tripartito organizando el territorio catalán, ¿por qué el líder de CiU se escabulle? Todos conocemos la negativa del síndic y UA a formar parte del Alt Pirineu, pero, hay que insistir, ¿qué piensa CiU sobre Aran en el nuevo mapa territorial? Todavía hoy no lo sabemos.