27/10/09

Letal corrupción

El señor Mariano Rajoy, líder del PP, calificó de "letales" para España los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el transcurso del debate parlamentario sobre las cuentas públicas, hoy en tramitación. Pero, como es costumbre, el señor Rajoy volvía a equivocarse, porque lo realmente "letal" para un país no son los presupuestos sensatos de una administración pública, y menos si la política fiscal abunda en su función redistributiva, porque mucha demagogia se hace de forma injustificada, sobre todo viendo cómo la derecha alemana, que se ha puesto como ejemplo a seguir, quiere bajar los impuestos como medida estimuladora no antes del año 2011 (¡!), cuando se supone que lo peor de la crisis habrá pasado.

No, señor Rajoy. Lo "letal" para un país es la corrupción: el cohecho, la malversación de caudales públicos, el soborno y el tráfico de influencias, las conductas antidemocráticas en suma: todo aquello que repercute de forma directa contra el interés general y el correcto funcionamiento de las instituciones públicas en su transparencia, en su sostenibilidad económica, que es la sostenibilidad de todos nuestros bolsillos. Letal corrupción, que daña la credibilidad del sistema y pone bajo un mismo prisma a todos los servidores públicos y, por extensión, a la necesidad de la política democrática. Letal corrupción, venga de donde venga. Ahí está el caso Gürtel del PP, con sus cobros de comisiones, con sus enriquecimientos personales. Ahí está el desvío de fondos culturales para fundaciones políticas, como la convergente Trias Fargas. Y, a falta de más datos, hoy nos vemos sorprendidos por las detenciones de los ex altos cargos de CiU, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta, mano derecha de Pujol, y del alcalde socialista de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, que ha merecido una contundente reacción del PSC.